Varios destinos del país han ido incorporando los principios rectores de turismo accesible, incluidos en la Ley Nacional de Turismo (N° 25.997), que implican la inclusión de un gran segmento de la población a las actividades recreativas.
Mar del
Plata y Villa Gesell, por ejemplo, tienen en sus balnearios sillas anfibias
para que personas con movilidad reducida puedan disfrutar del mar y de la playa
El turismo
accesible es aquel que da respuestas principalmente a personas con discapacidad
y/o aquellas con movilidad reducida, como mujeres embarazadas, adultos mayores
y cardíacos, entre otros.
Entre
algunos de los destinos que avanzaron en ese sentido se destacan Puerto Madryn, el Parque Nacional
Iguazú, Santa Rosa de Calamuchita, Mendoza, San Antonio de Areco, San Martín de
los Andes, Ushuaia y Gualeguaychú,
En
comparación con el resto del continente, Argentina se encuentra bastante más
avanzada en este tipo de iniciativas, a pesar de que todavía falta un largo
camino por recorrer, aunque es importante que exista voluntad política y un
trabajo mancomunado entre lo público y privado.
La
importancia de este tipo de acciones para hacer que el turismo sea accesible a todas
las personas está también reflejado en la Organización Mundial de Turismo
(OMT), que realiza una serie de recomendaciones y que luego bajan a los países
adheridos.
En el caso
de Argentina, el Ministerio de Turismo tiene un programa de Calidad Turística
con directrices de accesibilidad que son bajadas a las provincias y enviadas a
los destinos turísticos y ahí, es el prestador quien se involucra o no, puesto
que no son obligatorias.
Según la
OMT, hay mil millones de personas con problemas de discapacidad, y aunque
sabemos que no todos hacen turismo, un mínimo porcentaje ya es de gran
magnitud,
El
problema comienza desde la planificación del viaje. Tiene que haber una persona
precisa que explique donde y como ir de viaje. Es lo que se llama `cadena de
accesibilidad`, es decir, desde subir a un avión, tomar un taxi, ir a un hotel,
excursiones y tantos otros items que deben estar preparados para personas con
este o cualquier otro tipo de inconvenientes. Y las agencias de viajes ¿están
preparadas para ello?
Ejemplos
de poca preparación es lo que sobra; desde las aerolíneas, donde el acceso al
avión, el tamaño de los baños y los asientos no están adecuados a este tipo de
problemáticas, hasta los taxis, que cuando se llega a una ciudad nos están
adecuados para llevar sillas de ruedas. Por eso es tan importante la cadena de
accesibilidad, porque el aeropuerto puede estar preparado, y hasta el hotel,
pero no puede ser que esa persona llegue a un lugar y quede encerrada en el
hotel
El
turismo, en la discapacidad, hace crecer a las personas
Lo primero
es superar las barreras culturales y sociales, porque las barreras naturales no
se pueden cambiar, pero sí se pueden adaptar
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