“El escarabajo de oro", mejor película Argentina del Bafici 2014


La coproducción entre Argentina, Suecia y Dinamarca “El escarabajo de oro”, de Alejo Moguillansky y Fia-Stina Sandlund, se alzó con el premio a la Mejor Película de la Competencia Argentina del 16º Festival Internacional de Cine Independiente de Buenos Aires (Bafici).
“El escarabajo de oro” es una divertida sátira al mundo del cine independiente y un proyecto que muta hasta convertirse en otro sin sentido, que tapa una fallida búsqueda de un tesoro, de la mano del autor de “Castro”, y Linda Fia-Stina Sandlund, una documentalista sueca.
El filme cuenta en el guión con la participación de Mariano Llinas, autor de la recordada “Historias extraordinarias”, para un relato que deriva en una delirante road movie que tiene con destino a Misiones.
La película esta basada en el cuento El escarabajo de oro, de Edgar Allan Poe y también en La isla del tesoro, de Robert Louis Stevenson, adaptada para la pantalla desde el punto de vista de los piratas, y algunas líneas de la prosa de Victoria Benedictsson y Leandro N. Alem.


Se trata de una historia muy rica, con muchos matices y reflexiones juntas, tantas veces difícil de unir en un trabajo. Esta vez se hizo con éxito y brinda un film tan divertido como interesante. Más allá de ser una referencia al mismo cine independiente y las coproducciones internacionales, los realizadores decidieron poner el cuerpo para este trabajo que trata de la ambición, el feminismo, el colonialismo, hasta el radicalismo de Leandro N. Alem, presentes y unidos en un universo que de entrada no tiene nada que ver, parecen unidos a la fuerza, pero queda verosímil al objetivo del film.
El actor Rafael Spregelburd (quien como la mayoría de los personajes, se interpreta a sí mismo) se entera por un historiador que hay un tesoro escondido en un salto de agua en Alem, Misiones, y le comenta a sus amigos para ir y repartirse todo el oro proveniente de un robo de la época de la colonia en Brasil. Para llegar allí, necesitan una excusa y deciden utilizar la película acerca de la feminista sueca Victoria Bennedictsson, por lo tanto cambian totalmente el argumento del film original, incluyendo a Leandro N. Alem con la justificación de también haberse suicidado por sus ideales.


La directora sueca (Fia Stina) lucha impotente contra el equipo de trabajo desde Nueva York, y no puede impedir que los realizadores se vayan a Misiones hacia la búsqueda del tesoro. En definitiva, el trabajo demuestra una lucha entre las producciones y la diferencia de pensamientos al momento de filmar, aunque esta vez en tono delirante y de sátira. Sin embargo, también termina mostrando la torpeza y la falta de sutileza de varios personajes que se creen en todo momento que están sacando ventaja del otro, cuando en realidad, a medida que los hechos se suceden, la historia duplica su apuesta y nos demuestra que aquel que parece que esta sacando provecho no está ni cerca de tener éxito en esa búsqueda. Todos los personajes se creen más pícaros que los demás, pero en realidad nadie es lo suficientemente despierto como para superar al resto.

Una forma interesante de abordar la viveza criolla, con participación en off (de la voz) de Victoria Bennedictson y Leandro N Alem, que un poco tiran la posta del trabajo en sí. Con buena música, atinada para los fines de la película, “El escarabajo de oro” es un film divertido, profundo y entretenido que tiene muy merecido su premio en la edición actual del BAFICI 2014.

“Diatriba de amor contra un hombre sentado” de Gabriel García Márquez (Teatro)


La obra “Diatriba de amor contra un hombre sentado”, encarna el estilo de García Márquez, conjugando un lenguaje cuidado con metáforas delicadas y climas propios del realismo mágico.
“Nada se parece tanto al infierno como un matrimonio feliz”, son las primeras palabras del personaje de la obra -llamada también Graciela, igual que la actriz protagonista Graciela Dufau-, quien a punto de celebrar las bodas de plata de su enlace, hace explotar sus sentimientos ante la falta de amor en la pareja. Durante una larga y calurosa noche en Cartagena de Indias, hace un balance minucioso y apasionado de la relación y descarga una letanía de reproches sobre su marido, quien asume una actitud algo indiferente, sin decir absolutamente nada.


Él ha sido heredero de una familia caribeña de fortunas mal habidas. Ella es una mujer que, de plebeya y tartamuda, logró cuatro doctorados -y el mejor en retórica y elocuencia- para estar a la altura de la familia de su marido, los Marqueses de Jaraíz de la Vera. “Lo que tuve que cambiar para no ser menos”, dirá el personaje.
La obra gira en torno de la figura de la protagonista, la actriz Graciela Dufau, quien fue la única protagonista de esta pieza teatral, logrando que la verdadera escena se despliegue en su propio interior: un alma revuelta, apasionada, inculta, divertida, dolorida y brutal. Esto se vio reflejado en un trabajo nada sencillo, en el que Dufau, durante una hora y media, realiza cambios de vestuario, sin salir nunca de escena, y atraviesa diversos estados de ánimo.

La diatriba es, en efecto, un texto violento, irónico e injurioso, pero es una diatriba de amor; ese sueño de amor, siempre presente e incumplido, es lo que la protagonista vuelve a poner de pie, una y otra vez, y es lo que atraviesa al personaje y a la obra, única en si porque el maestro no realizó ninguna otra pieza teatral, un privilegio para la actriz argentina.

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Graciela Dufau fue protagonista de la única obra de teatro de Gabriel García Márquez


Graciela Dufau es la actriz argentina que Gabriel García Márquez eligió para protagonizar su obra teatral Diatriba para un hombre sentado (1987). La actriz, recordó al gran escritor latinoamericano. Su muerte "era algo esperable, pero de todas maneras uno no deja de sentir la enorme tristeza por la pérdida de un enorme creador, un hombre comprometido con su tiempo y su continente".
García Márquez y Dufau se conocieron en el Festival Internacional de Cine de la Habana. "Yo había ganado el premio a la mejor actriz y luego me invitaron el año siguiente y en el contexto de ese festival de cine, las autoridades me pidieron que hiciéramos un espectáculo que habían visto en Argentina, que se llamaba La Maga, y querían que hiciera es espectáculo de poesía y monólogos, un desafío enorme", recordó la actriz argentina. Y fue en ese contexto donde conoció al escritor.

El entusiasmo de Gabo
La historia como bien contamos comenzó en diciembre de 1986. García Márquez vio el espectáculo “La Maga” -representado por Graciela Dufau- y lo entusiasmó la comprobación de que una actriz pudiera tener una y varias caras en una sola función.
Días después, invitó a la actriz y a Hugo Urquijo a su casa y les confió: “Hace 30 años ronda mi cabeza la imagen de una mujer dándole a su marido una cantinela de un día entero, al cabo del cual lo quema vivo. Al ver `La Maga’ decidí que la historia debía ser contada teatralmente”.
Así nació “Diatriba de amor contra un hombre sentado”, obra que encarna el estilo de García Márquez, conjugando un lenguaje cuidado con metáforas delicadas y climas propios del realismo mágico.
Cuando la pieza fue estrenada en 1988, el exquisito Osvaldo Soriano comentó: “Hacía tiempo que Gabriel García Márquez quería escribir una larga diatriba contra sí mismo, pero dicha por una mujer. Es posible que sus bodas de plata con Mercedes estuvieran frescas, o que lo obsesionara la idea de no haber sido un buen esposo, distraído como estaba en el trabajo de construir un nuevo mundo de ficciones, en los inconvenientes de una gloria literaria que será la última que este siglo depare a un escritor viviente”.

Graciela Dufau recuerda al maestro
Dufau se refirió a Gabo como "un hombre comprometido con su tiempo y con su continente" y recordó la alocución que el escritor pronunció al recibir el Premio Nobel de Literatura. "Su discurso fue la soledad de América Latina. Anoche lo volvimos a escuchar porque algunos amigos lo pusieron en Facebook y era muy impresionante escucharlo hablar puntualmente de cada cosa que había sucedido e incluso mencionaba a la Argentina y a los desaparecidos".
Entre otras anécdotas, la actriz relató que "una vez nos contó que había cruzado casualmente en Paris con Heminwgay, le gritó desde la otra vereda saludándolo; "Maestro!" y Hemingway le devolvió el saludo con la mano. Por eso decía que siempre respondía a quien lo saludada porque no sabía si esa persona se iba a convertir en un colega escritor".
Sobre su trabajo literario, la actriz mencionó que García Márquez  "daba enorme importancia a la primera frase de cualquier texto, porque decía que marcaba el tono y el ritmo de la novela".

García Márquez "daba enorme importancia a la primera frase de cualquier texto, porque decía que marcaba el tono y el ritmo de la novela".

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