TRAVESURAS DE LA NIÑA MALA, de Mario Vargas Llosa


Solo de un “don” se puede tratar si a través de la palabra escrita se transmiten placeres, angustias amatorias, excitación y deseo…todo con un par de oraciones que elevan nuestra imaginación a la vida de este hombre, que es Ricardito, atravesado por el amor y las travesuras de una niña mala.

En ésta novela, “Travesuras de la niña mala” (2006), con setenta años recién cumplidos, Vargas Llosa recrea un relato que se prolonga durante décadas, nacido de una amor juvenil en el Perú, lo traslada a la Europa de los ’60 entremezclados con el odio el rencor, las vejaciones, lo inesperado, pero con ese toque que le da Don Mario en donde “el AMOR después del AMOR” resurge en un código amatorio que solo los enamorados palpan, entienden, viven sin interferencias de terceros, haciéndonos pensar a nosotros simples lectores ¿cuál es el verdadero rostro del amor? Dado que en el texto es indefinible y dueño de mil caras inesperadas que nos sorprenden a cada vuelta de página.

Como no podía ser de otro modo, no falta el análisis histórico y político de época, dándole verosimilitud y profundidad a la historia de Ricardo y su niña mala. Esos momentos de la pluma de Vargas Llosa donde la línea tiempo histórico y amor se conjugan amalgamándose, tomando importancia ambas en el trazo de la novela, enriqueciéndola textualmente para beneplácito de su público que, cual asistentes de una opera prima devoran letras y páginas, esperan, se anticipan y aplauden luego de cada presentación de un nuevo libro del Maestro.


Datos y contactos

De esta edición: Aguilar, Altea, Taurus, Alfaguara Ediciones S.A. de Ediciones 2006
Avenida Leandro N. Alem 720, Ciudad Autónoma de Buenos Aires - Argentina
Diseño: Proyecto de Enric Satué
Fotografía de Cubierta: Morgana Vargas Llosa

PREPO






Las imágenes muestran a Prepo, un niño que pasó su vida internado en el Hospital de Niños Dr. Ricardo Gutiérrez, Buenos Aires, Argentina.
Por problemas congénitos fue internado a los pocos días de vida. Tuvo varias operaciones con el fin de reconstruir su aparato digestivo. Luego de dos años y medio en el Hospital, sus padres lo dieron en custodia judicial.
Murió en el hospital, a los seis años, el 1º de diciembre de 2003.
Durante 2 años, Martín Estol, visitó todas las semanas en su sala de internación, en la plaza del hospital, en sus actividades diarias. Jugaron, pasearon y festejaron cumpleaños juntos. Las fotografías fueron realizadas por Martín Estol, entre los años 2001 y 2003 en el marco de taller de ensayo fotográfico dictado por Adriana Lestidio. La muestra se realizó en Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorrini, Avda. Corrientes 1543, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina.
“¿Qué le pasó a ese niño?” Fue la pregunta inocente de mi hija Luana de cinco años cuando paradas frente a la muestra de fotos se me quedo la respuesta atragantada en la garganta. Las imágenes transmitían a la perfección esa infancia robada, solitaria y desesperanzada, en una tonalidad de grises, que remarcaban más esos ojazos negros pidiendo una oportunidad a la vida.