Una propuesta teatral definitivamente diferente a todas,
que se propone transportar a chicos (y grandes) a una nueva dimensión.
La obra escrita por Martín Bondone y dirigida por Victoria
Cestau, se presenta como “una introducción al mundo del teatro en la oscuridad
para niños a partir de los cuatro años de edad”. Y, aún cuando la compañía
cuenta ya con una reconocida trayectoria, la propuesta no deja de intrigar:
¿Teatro para chicos en la oscuridad total? (el ‘teatro ciego’ es eso: una
experiencia ‘escénica’ que sucede en la más absoluta oscuridad y que en
realidad excede lo artístico para volverse absolutamente sensorial; es siempre
intensa y emocionante, pero nada sencilla…) ¿Una obra para niños sobre la
oscuridad devenida en amiga? ¿Qué sucede si en medio de la función un niño
quiere salir corriendo? Preguntas que surgen reconociendo prejuicios,
concepciones, miedos… ¿propios del mundo adulto?
En la sala del CATC en el barrio del Abasto, en la
pintoresca calle Zelaya, niños de todas las edades, incluso de mucho menos que
cuatro años, lucen orgullosos sus ‘pulseras de poder contra el miedo’.
Claridad, una de las protagonistas de la obra, cuenta que es muy importante
aferrarse a ellas; cuenta también que tiene una hermana, Oscuridad, y que ambas
son hijas del Rey Sol y la Reina Luna; narra entonces una fábula sencilla que
invita a los pequeños espectadores a trasladarse, imaginación mediante, a otra
dimensión. El relato avanza así hacia un mundo donde, excepto la vista, todos
los sentidos se ‘verán’ agudizados. Efectos especiales en vivo, sonidos,
aromas, y la simpatía de los particulares Nescius y Positivin, darán por el
piso con aquellos interrogantes: la platea de niños y niñas confirma, una vez
más, que la imaginación es el más exquisito de los recursos artísticos. Y que,
para ello, no hay edad.
El Centro Argentino de Teatro Ciego se creó hace algo más
de una década a partir de una iniciativa de Gerardo Bendati quien, tras pasar
por una experiencia de trabajo similar en la ciudad de Córdoba, pensó en un
teatro que, al tiempo de resultar una experiencia diferente, fuera también una
salida laboral para los actores y las actrices no videntes. Hoy, en la sede del
CATC en el barrio del Abasto funciona una escuela de formación para actores
interesados en el trabajo en la oscuridad, artistas videntes que aprenden y
trabajan junto a otros artistas, no videntes, en pos de un teatro tan distinto
como realmente inclusivo.
Datos y contactos
Mi amiga la oscuridad.
Centro Argentino de Teatro Ciego.
Zelaya 3006.
Sábados y
domingos, 16hs
en vacaciones de
invierno, jueves y viernes a las 18 hs
Entrada $ 100.
Tel.: 6379-8596.
www.teatrociego.com
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