Un documental de
Marcia Paradiso que se estrena este jueves en salas locales, indaga en la
transformación que provoca la poesía en un grupo de mujeres presas en la Unidad
31 de Ezeiza, a quienes el arte las empuja a apropiarse de sus historias y a
repensarlas.
Desde una mirada sensible, la realizadora plantea cómo la
experiencia de participar en un taller de poesía hizo a estas mujeres
Para interiorizarse en este universo y vivirlo desde
adentro, la directora realizó durante dos años un trabajo de "observación
participante", según ella misma definió, de este taller dictado por María
Medrano y Claudia Prado que brinda allí la ONG Yo no Fui coordinado por ambas.
El taller funciona en la cárcel donde conviven 200
mujeres, muchas madres con sus bebés, extranjeras y muchas solas, quienes aquí
están representadas por las historias de tres poetas que, a través de la
escritura, se redescubren y revalorizan antes de salir en libertad.
A Paradiso le interesó mostrar el contraste entre la
hostilidad de la vida carcelaria y la poesía, y ahondar en cómo estaban
trabajando con el arte para pensar la realidad de las presas y también la del
afuera-
En la película, las historias de estas mujeres se
entrelazan hasta alcanzar la instancia final de la libertad, un proceso íntimo
que vuelcan con profundidad en sus poesías, en las que aparece el miedo a salir
y hasta de pensar al encierro como una posibilidad de escribir.
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