Un modo íntegro de conocer la diversidad de paisajes, la
enorme extensión del territorio, la variedad de climas, y las maravillas
naturales de gran parte de Argentina es a través de la ya mítica Ruta Nacional
40, capaz de unir en su trayecto de 4700 kilómetros 20 Reservas y Parques
Nacionales para dejar atónito hasta al turista o aventurero más indiferente.
La Ruta 40, creada en 1935, es una de las travesías
turísticas más recomendables de toda Argentina, aunque por supuesto, requiere
de planificación y mucho tiempo, para disfrutar en su recorrido de las
maravillas naturales que abarcan desde las extensiones vírgenes de la Patagonia,
hasta los salares inhóspitos del norte del país, atravesando cientos kilómetros
en donde la vida humana apenas llega a insinuarse.
La Ruta Nacional 40 recorre desde el extremo sur, en Cabo
Vírgenes, hasta el extremo norte de Argentina, en La Quiaca, bordeando en casi
todo el recorrido la Cordillera de los Andes.
La ruta, une pueblos casi
perdidos y solitarios, a través de trayectos en grandes tramos de ripio, y con
apenas alguna gasolinera cada kilómetros que en ésta parte del mundo, parecen
distorsionar la escala y ser más largos que lo normal.
Desde el Calafate y sus glaciares, en el sur, hasta la
Quebrada de Humahuaca, una zona declarada Patrimonio de la Humanidad por su
marco natural y culturas ancestrales, al norte, los paisajes maravillosos nos sorprenderán
a cada paso, atravesando mesetas, valles, llanuras y montañas en una gama de
dimensiones y coloridos indescriptibles..
En el trayecto, la altura puede variar desde el nivel del
mar, hasta los casi 5.000 kilómetros de altura en Abra del Acay, en la
provincia de Salta. Un resumen de la monumentalidad del recorrido puede leerse
en números: 236 puentes, 18 ríos caudalosos por atravesar, 13 grandes lagos, 20
reservas y Parques Nacionales, pero todavía no acaba.
Fuente:Secretos de Argentina
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