El futbolista y su mujer temieron por su pequeña cuando hace
trece meses, en el momento de nacer, les dijeron que apenas tenía posibilidades
de vivir.
Ángel Di María está pasando por un gran momento en su
carrera. Elegido Mejor Jugador de la final de la Champions que el Real Madrid
ganó el pasado sábado al Atlético en Lisboa (4-1), el argentino ha sido
decisivo en muchos partidos esta temporada, en la que los blancos han logrado
el doblete al derrotar al Barcelona en la Copa del Rey.
Sin embargo, más allá de la cancha, el Fideo y su pareja,
Jorgelina Cardoso, han pasado tragos muy duros por la delicada salud de su hija
Mía, que vino al mundo el 22 de abril de 2013.
La niña ha tenido que enfrentarse con la muerte desde aquel
día. Un parto prematuro, una cesárea y varios meses en la UCI se convirtieron
en toda una pesadilla para el jugador de Rosario y su mujer. Afortunadamente,
la pequeña ya se encuentra en perfecto estado tras varios meses de lucha.
Con motivo de su primer año de vida, el pasado 22 de abril,
su madre quiso acordarse de todos los momentos duros por los que han pasado y
la felicidad en la que viven ahora. Para ello publicó un emotivo mensaje en su
cuenta de Instagram, lleno de amor hacia Mía:
“22 de abril de 2013,
cesárea programada para las 19 hs. Nervios, angustias, miedo, mucho miedo...
Alto porcentaje de no venir a este mundo, otro tanto de quedar con secuelas
importantes. ¿Qué será de tu vida, mi pequeña gran Mía? ¡Cuántas lágrimas!
Llegaste a este mundo... Y ahora lo peor. Dos meses en la Unidad de Cuidados
Intensivos.
Nadie más que papá y
yo sabemos el dolor que causaba verte tapada de cables y aparatos en tu bella
carita. Nada más triste que volver a casa con los brazos vacíos y los pechos
llenos de dolor. Infecciones, transfusiones, ¿que será de vos, mi amor?
Lágrimas que empapaban nuestra almohada cada noche, nudo constante en la
garganta. Ganas de ir a buscarte y no volverte a soltar en muestras vidas. ¿Qué
te deparará el destino? Tenía la certeza que tu abuelo Germán, mi amado
viejito, te estaba cuidando las 24 horas del día en el bendito hospital. Día 13
de junio del 2013, maldito 13 que te llevaste a mi padre, bendito 13 que mi padre
hace que deje de odiar, te dan el alta princesa de mis sueños.
¡Te traemos a casa,
simplemente felices! Un año después, 22 de abril de 2014, podemos decir que
eres una niña sana, fuerte, muy divertida y gran luchadora de esta vida, tu
vida, nuestras vidas. Viniste a este mundo para enseñarnos que no hay que
rendirse JAMÁS y para demostrarnos que, si uno quiere, este mundo puede ser de
un hermoso color de rosas. ¡TE AMAMOS HASTA EL INFINITO Y MÁS ALLÁ! Papá y Mamá”.
Leoveoytecuento
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