En este Día
Internacional de la mujer, se conmemoramos la lucha y esfuerzos realizados por
la mujer para alcanzar la justicia y el desarrollo con igualdad de
oportunidades.
Esta fecha tiene
un significado especial para las mujeres trabajadoras; ya que se eligió esta
fecha para recordar la lucha por mejorar las condiciones laborales que, en
1908, emprendieron alrededor de 40.000 mujeres (costureras industriales de
Nueva York) que se declararon en huelga demandando mejores salarios, reducción
de la jornada laboral a 10 horas, tiempo para lactancia, formación, rechazo al
trabajo infantil y derecho a afiliarse a los sindicatos.
Durante la
huelga, 129 trabajadoras murieron quemadas en un incendio en la fábrica Cotton
Textile Factory, en Washington Square (Nueva York) pues los dueños de la
fábrica las habían encerrado para forzarlas a permanecer en el trabajo y no
unirse a la huelga.
El 16 de
diciembre de 1977 la Asamblea General invitó a todos los Estados a que proclamaran,
de acuerdo con sus tradiciones históricas y costumbres nacionales, un día del
año como Día de las Naciones Unidas para los Derechos de la Mujer. Se exhortó a
los Estados a que continuaran contribuyendo a crear condiciones favorables para
la eliminación de la discriminación contra la mujer y para su plena
participación en el proceso de desarrollo social (resolución 32/142). Esa
decisión se adoptó con motivo del Año Internacional de la Mujer (1975) y del
Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer (1976-1985), ambos proclamados por
la Asamblea.
Posteriormente,
en la Conferencia Mundial de Derechos Humanos, celebrada en Viena en 1993, se
declaró y reconoció que los derechos de las mujeres son también derechos
humanos, al señalar que "los derechos humanos de la mujer y de la niña son
parte inalienable, integrante e indivisible de los derechos humanos
universales".
Sin embargo,
todavía hoy (casi un siglo después de aquellos hechos que se conmemoran en esta
fecha) vemos cómo los derechos humanos y especialmente los laborales siguen sin
ser respetados. Esta situación se torna aún más grave en el caso de las
mujeres, pues si bien es cierto que el reconocimiento de los derechos humanos
comprende de manera general a hombres y mujeres, no es menos cierto que la
realidad evidencia que los instrumentos internacionales y los mecanismos de
derechos humanos, hacen invisibles las necesidades, deseos y demandas de las
mujeres al no tomar en cuenta sus especificidades.
Por todo ello, la
conmemoración de esta fecha (la conmemoración del 8 de marzo) debe promover la
reflexión y el diseño de estrategias de acción sindical que aseguren el respeto
de los derechos humanos de las mujeres trabajadoras.
El 8 de marzo de
1857, cientos de mujeres de una fábrica de textiles de Nueva York organizaron
una marcha en contra de los bajos salarios y las condiciones inhumanas de
trabajo.
La policía
dispersó a las manifestantes, que dos años después crearon su primer sindicato.
Desde aquel histórico 8 de marzo, la fecha ha sido un termómetro de la lucha de
las mujeres por el reconocimiento en un mundo de hombres.
52 años más
tarde, y en la misma fecha, Nueva York fue de nuevo testigo de las protestas de
15.000 mujeres trabajadoras.
Bajo el lema
"Pan y Rosas", en el que el pan simbolizaba la seguridad económica y
las rosas la calidad de vida, las mujeres extendieron sus protestas hacia el
derecho al voto y el fin del trabajo infantil.
En el mismo mes,
en 1911, la muerte de más de 140 mujeres inmigrantes en un incendio en una
fábrica en la ciudad de Boston, llevó a la introducción de importantes cambios
en las regulaciones laborales.
En 1977 las
Naciones Unidas adoptaron una resolución proclamando el 8 de marzo el Día
Internacional de la Mujer para conmemorar estos eventos históricos.
El Día de la
Mujer Trabajadora es una conmemoración y no una celebración. Un día en que las
mujeres exigen ser tratadas con el respeto que se merecen todos los seres
humanos.
FELICIDADES A
TODAS LAS MUJERES EN SU DÍA
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