Necochea todavía lleva el estigma de ser un vergel
confidencial. Muchos de sus habitantes la consideran un caso de estudio como
modelo de recursos turísticos poco aprovechados. Otros tantos chasquean la
lengua por enésima vez, importunados por la misma cantinela de siempre: la
impericia de las gestiones de otras épocas, la escasez de ambición. El
diagnóstico no siempre coincide, aunque las conclusiones suelen ser similares.
La ciudad está esculpida a cincel por la naturaleza y sólo se percataron sus
90.000 habitantes y unos cuantos visitantes de cada verano. Como recompensa, la
intimidad está resguardada, se desconoce el hacinamiento y aún queda tiempo de
rendirse a sus encantos naturales.
Sobre el Río Quequén Grande que nace en las estribaciones
del macizo de Tandilia, en el partido de Benito Juárez, con una extensión de
250 Km.; a 14 Km. de la ciudad de
Necochea y antes de desembocar al mar, la naturaleza nos brinda uno de los
lugares más pintorescos, de los más variados y muy apreciados que tiene a lo
largo de su trayecto el río.
El denominado “Paraje Las Cascadas”o también conocido como
parque “Cura Meucó”, quién luce sencillamente paradisíaco. Enmarcado con
arboledas en ambas márgenes que parecen coronar los innumerables saltos de
aguas y cascadas naturales que nos sumergen en un cálido clima con diferentes
vistas y varias opciones para realizar: En su margen se encuentra un complejo
de cabañas, lugares para acampar, diferentes clubes para la práctica de
actividades como tenis, canoa, pesca, rafting, esquí acuático, natación,
bajadas de lancha, etc..
El río se puede recorrer en lancha o bote, en lugares
habilitados por Prefectura. Posee una gran variedad ictícola y allí habitan
gran cantidad de aves, mamíferos como la nutria, el carpincho y batracios.
El Parque Cura Meucó se encuentra a 16 kilómetros de tejido urbano. La formación
de cascadas naturales propias del Río Quequén, son una sucesión de saltos y
rápidos de escaso metraje, aptos para la aventura sin riesgos, adentrándose con
los kayaks, dándole ese toque de épica que tanto conforta al visitante.
Quien busque remanso, lo encuentra en los clubes con todas
las comodidades del caso. Cualquier tramo sirve para la pesca en las pendientes
del río hacia el mar. En algunos de ellos, el viajero puede realizar avistaje
de aves, entre ellas: loros barranqueros, lechuzones de campo, garzas y
cuervillos de la cañada como anfitriones al uso.
El lugar es un balneario natural de aguas templadas, con
piletones naturales para refrescarse en verano,
que se conjuga con espacios óptimos como ya dijimos para practicar
deportes náuticos (kayak, canotaje, rafting, remo, etc.).
Para los amantes de la pesca hay recodos ideales que hacen
más placenteras las sensaciones que se perciben además de capturar especies
como pejerreyes, lisas, truchas, dentudos, bagres, etc.
Para aquellos que intentan cultivar la vida sana, las vistas
de los senderos les proporcionan regocijo para el alma y un redescubrimiento
que se traduce en un interior casi pleno.
Los niños se permiten inocentemente interactuar con la
naturaleza, llenándola de ilusiones, observando y recreándola, utilizando los
juegos que para y por ello funcionan.
Los adolescentes y jóvenes encuentran un lugar ideal para
sus reuniones, fogones, para acampar o simplemente para disfrutar de momentos
especiales, intercambiando experiencias y anécdotas.
La familia se integra como un todo, renaciendo en ella la
tranquilidad, el escuchar al otro, el percibir los sonidos, y por que no,
también el silencio… encontrándose a sí misma en un tiempo de tranquilidad que
parecía perdido. Un lugar muy apropiado para aquietar nuestro espíritu para
volver nuestra mirada hacía un verde infinito que nos espera.
Datos y contactos
Asociación Amigos
Paraje Las Cascadas (Hugo Alberto Pallero)
Mail: hugoapallero@hotmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario