El tenis nació como un juego de caballeros, de ocio y
esparcimiento en las tardes soleadas de la campiña inglesa, por tanto los
valores del “honor”, “juego limpio”, “respeto al adversario”, “disfrute del
reto”, deben estar presentes en el juego. El intercambio de pista en los juegos
impares, la confianza en el la decisión del rival cuando se va una bola, darse
la mano y felicitar al rival después del partido deben ser pautas
imprescindibles al jugar al tenis, además de un escrupuloso respeto del público
hacia los jugadores, mantener el silencio durante el juego, aplaudir los
aciertos de ambos jugadores y no aplaudir los errores cometidos por el rival,
son características del este deporte que le confieren su idiosincrasia
particular, tradicional y melancólica que nos hace disfrutar durante el juego.
Aún así, el antiguo Consejo profesional masculino (MIPTC), el antecesor de la
Asociación de Tenistas profesionales (ATP), cuando el genial jugador americano
John McEnroe irrumpió en la escena mundial obligó a crear un código de
conducta, por ello este extraordinario jugador pasará a la historia, además de ser
uno de los jugadores más geniales y talentosos de todos los tiempos.
Actualmente ser penalizado con un “warning” (un aviso) en un torneo ATP está
por los 1.200€ de multa, gestos como tirar la raqueta, tirar una bola fuera de
la pista intencionadamente, o realizar protestas reiteradas al juez de silla
acarrean multas y perdidas de puntos y partidos para el.
Estos códigos de conducta hicieron grande a este deporte aún
sobre otros pero que podemos decir al respecto, algo se quebró en la tarde
canadiense, sentó un precedente negativo para el tour que va influir en próximos
encuentros.
A continuación reproducimos un artículo del sitio
www.ole.com.ar :
Raonic justificó no haber
reconocido que tocó la red en un punto clave del partido que le ganó a Del
Potro. "Tuve suerte de que el juez no vio que toqué la red. Era un punto
muy importante. Si pudieras poner a alguien en mi lugar...", comentó el
canadiense.
Juan Martín Del Potro había perdido 7-5 el primer set pero
tenía un quiebre de ventaja en el segundo y sacaba 4-3 arriba y 40 iguales. En
ese momento se dio la polémica por un punto que Milos Raonic definió en su
favor pero en el que por el envión terminó tocando la red. El juez no lo vio,
el autor de la falta no lo reconoció, Delpo quedó a punto de perder el saque
(finalmente pasó eso) y se fue del match.
"Creo que correspondía reconocer y admitir que se
equivocó, todo el estadio lo vio, el arbitro también, pero es una decisión de
él", comentó el tandilense que adimitó sentirse "muy caliente",
por haber perdido el partido pero también por esa situación en la que el
tenista local sacó provecho y avanzó a los cuartos del Masters 1000 de Montreal.
El canadiense, lejos de admitir equivocación alguna,
justificó el haberse hecho el distraído. "Tuve suerte de que el juez no
vio que toqué la red. Fue suerte para mí y mala suerte para él. Era un punto
muy importante", explicó sobre el punto clave y agregó: "Si pudieras
poner a alguien en mi lugar, estando con un quiebre abajo. ¿Avisarías que
tocaste la red?". Su respuesta fue tan polémica como la jugada.
"¿Entonces el punto era para Del Potro", insitió el periodista:
"Hipotéticamente sí, técnicamente no", agregó Raonic.
Raonic ganó el match, pero perdió la esencia del
juego, sus orígenes y la visión del mismo, ya no es un juego de caballeros y
poco vale estrechar las manos al finalizar el mismo, esperar que el oponente se
acomode para realizar el saque será toda una utopía. Hay un antes y un después de las intenciones de
Raonic y sus consecuencias, ganar sin importar como, aún a sacrificio de las
reglas de conducta, vaya caballerosidad.
leoveoytecuento
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