A metros de donde se celebraba a España
en la ciudad de Buenos Aires, irónicamente el país colonizador, se
desarrollaba una humilde marcha de un grupo de representantes de los
pueblos originarios en pos de que saquen el monumento de Julio A.
Roca, emplazado en Diagonal Sur.
Osvaldo Bayer, emblema de las luchas nobles estuvo allí para dar su apoyo, con un discurso claro, con fundamentaciones históricas y una simpleza desbordante denunció: "Roca y el presidente Nicolás Avellaneda restablecieron la esclavitud en Argentina y eso nunca se nos enseñó en las escuelas, colegios ni universidades".
Sin embargo las fuentes dicen…"en los diarios de 1879 pueden leerse los anuncios - hoy entrega de indios: a toda familia que lo requiera se le entregará un indio varón como peón, una china como sirvienta y un chinito como mandadero-, lo que demuestra que esclavizaban hasta a los niños". En las publicaciones de la época, consta el relato de los periodistas que describían "cómo se entregaban los indios en las plazas" y detallaban "la desesperación de las madres indias y cómo apretaban a sus hijos contra el pecho", explicó. "Ver a los dictadores en cárceles comunes, en estos tiempos, es una especie de milagro para los que tenemos 85 años y hemos visto, por ejemplo, cómo los 13 dictadores militares que sufrí en mi vida, murieron en las camas de sus residencias, cobrando sueldos de generales sin que nadie objetara nada".
Osvaldo Bayer, emblema de las luchas nobles estuvo allí para dar su apoyo, con un discurso claro, con fundamentaciones históricas y una simpleza desbordante denunció: "Roca y el presidente Nicolás Avellaneda restablecieron la esclavitud en Argentina y eso nunca se nos enseñó en las escuelas, colegios ni universidades".
Sin embargo las fuentes dicen…"en los diarios de 1879 pueden leerse los anuncios - hoy entrega de indios: a toda familia que lo requiera se le entregará un indio varón como peón, una china como sirvienta y un chinito como mandadero-, lo que demuestra que esclavizaban hasta a los niños". En las publicaciones de la época, consta el relato de los periodistas que describían "cómo se entregaban los indios en las plazas" y detallaban "la desesperación de las madres indias y cómo apretaban a sus hijos contra el pecho", explicó. "Ver a los dictadores en cárceles comunes, en estos tiempos, es una especie de milagro para los que tenemos 85 años y hemos visto, por ejemplo, cómo los 13 dictadores militares que sufrí en mi vida, murieron en las camas de sus residencias, cobrando sueldos de generales sin que nadie objetara nada".
Muchos irrespetuosos gritaban
ofendiendo esta iniciativa, quien sabe sino será pronto que
desmonten al General de su caballo y no como inocentemente pregunto
esta cronista, recibiendo una respuesta contundente “el caballo
esta bonito, el problema es el que esta arriba de él”, en alusión
a Roca. Sacarlo no va cambiar la historia que signo a este personaje,
pero si se podrá valorar en su lugar algún otro héroe que diversos
y numerosos golpes militares borraron de la historia Argentina, tal
es el caso Andrés Guazurary o Guaçurary de indiscutibles linaje
indígena, quien participó junto a Manuel Belgrano en una expedición
que intentó liberar al Paraguay de los realistas, siendo Capitán
participó en la defensa argentina de los extensos territorios
ubicados entre el río Paraná al oeste y el río Yacuy al este
durante las invasiones luso-brasileñas. Sin lugar a dudas Andresito
es merecedor de estar sentado en el noble corcel.
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