El 10 de diciembre de 1983, Argentina recuperó el estado de derecho, luego de haber sufrido diferentes etapas y transiciones que fueron signadas por diferentes golpes militares que destruyeron la vida institucional del país. La democracia consolidó los derechos humanos y la legitimidad del sistema. La respuesta del pueblo acompañando este gran acontecimiento dió el respaldo necesario para derogar la Ley de Autoamnistia que los militares habían sancionado para cubrirse por los muchos crímenes de lesa humanidad que habían cometido. El afianzamiento de las instituciones tan promulgado en la plataforma del que fuera electo presidente, Raúl Alfonsín, comenzó a recorrer su largo camino hasta llegar a nuestros días con la finalización de la Ley de Obediencia Debida y el juzgamiento de todos los cuadros castrenses que participaron de la brutal represión de 30.000 argentinos desaparecidos, torturados y muertos.
Latinoamérica toda era gobernada por dictaduras, por este motivo los primeros pasos democráticos se dieron en un contesto de temores pero no de resignación, al contrario, de valentía. El "Proceso de Reorganización Nacional", así bautizado por los militares, trajo siete años de calamidad socioeconómica, una deuda externa y pública sideral. 27 años se han cumplido de vida democrática con un balance que nuestra a las claras que hay temas pendientes a resolver, la brecha entre ricos y pobres se ha aumentado considerablemente con sectores sociales totalmente marginados en estado de pobreza.
Redistribuir la riqueza es la propuesta que debe estar en la plataforma del actual gobierno y de los próximos por venir, este es el desafío, profundizar la equidad, la igualdad y la seguridad de todos los argentinos.
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