DIME CÓMO PURO QUEDAR



 
El Ejército de Salvación lleva más de cien años de trabajo en Argentina, para muchos es una institución que ayuda a las personas necesitadas, a los sectores más pobres de la sociedad, seguramente este es uno de sus objetivos, sin embargo su mensaje es mucho más amplio, habla de vivir una vida de santidad aquí en la tierra y que para conseguir esto hay que recibir el perdón de pecados a través de Jesucristo. Entre sus grandes talentos se puede observar en el video que ilustra la nota, la Banda del Cuerpo Central de Buenos Aires ejecutando el himno “Dime como puro quedar”, lo interesante de esta pieza y sus por menores que ayudaran al lector a conocer la parte musical del Ejército de Salvación se reproducen a continuación del artículo publicado por la Revista Buenas Noticias – Volumen 15, número 4, página 3, Sección “Noticias de Inspiración” TESOROS OLVIDADOS:

Esta canción de Santidad se encuentra en la sección “Llamado a la santidad” de nuestro cancionero. La primera estrofa traducida libremente del inglés presenta dos preguntas sobre la santidad:
Dime cómo puro quedar
Ante Cristo que todo lo ve;
Dime cómo mi alma sanar
O escapar del pecado que odié.
¿Cómo lograré libertad
De este lazo vil en que caí?
¿Cómo gozaré santidad
Si el pecado es dueño de mí?

Esta canción refleja la batalla que muchos de nosotros enfrentamos, como Pablo lo expresa en Romanos 7: “Aunque deseo hacer lo bueno, no soy capaz de hacerlo. De hecho, no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero. Y si hago lo que no quiero, ya no soy yo quien lo hace sino el pecado que habita en mí”. Es una batalla que no podemos ganar por nuestros propios medios, necesitamos experimentar la limpieza que sólo viene de Dios, la bendición de un corazón limpio.
El coro, copiado de otro himno usando la misma melodía, le pide al Señor lo siguiente:
Hazme puro aquí, hazme puro aquí;
Lávame, te ruego, Señor;
Tu sangre vertiste por mí.

En la versión original en inglés, el coro dice:
Más blanco que la nieve, más blanco que la
nieve, lávame en la sangre del Cordero, y seré
más blanco que la nieve”, haciendo referencia
a la Escritura en el Salmo 51:7: “Lávame, y
quedaré más blanco que la nieve”.

El himno original, “Bendita fuente”, fue escrito por Eden R. Latta, y su tema fue salvación y restauración para el que sufriera una recaída, con la posibilidad de que fuera lavado y quedara más blanco que la nieve. La melodía fue escrita por Henry S. Perkins. La misma melodía y las palabras del coro original fueron usadas en esta canción más nueva.
De acuerdo al Companion to the Song Book del Ejército de Salvación compilado por Gordon Taylor, las dos primeras estrofas fueron escritas por George Scott Railton, y aparecieron por primera vez en el libro Songs of the Nations, publicado para el Congreso Internacional en Londres en 1886. Más tarde la canción fue incluida de forma anónima en el War Cry (británico) del 23 de enero de 1892 con la tercera estrofa. En el Bandsman and Songster del 25 de julio de 1936, el entonces Mayor Samson Hodges de Estados Unidos dijo que su padre, Samuel Horatio Hodges, era el autor de la canción, pero eso parece haber sido un error, a no ser que él haya escrito la tercera estrofa, ya que las dos primeras ya habían sido atribuidas a Railton.

La segunda estrofa de la canción continúa para darnos la respuesta a las preguntas de la primera:
Cristo, ten de mí compasión,
De mi culpa, ven hoy, líbrame,
Oye mi humilde oración,
Con tu luz, oh, Señor, guíame.
¡Oh! Jesús, amor sin igual,
Tu limpieza no me has de negar;
Dame tu poder celestial
Y podré la victoria alcanzar.

Esta estrofa se refiere al pasaje de Lucas 18, en la parábola del fariseo y el publicano, en la que el recaudador de impuestos dice (en el versículo 13): “¡Oh Dios, ten compasión de mí, que soy pecador!” y el versículo de 1 Juan 1:7 que dice: “Pero si vivimos en la luz, así como él está en la luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesucristo nos limpia de todo pecado”. Es una promesa que el Señor no sólo tendrá compasión de nosotros cuando confesemos nuestros pecados, sino que ¡puede limpiarnos de todo pecado! ¡Podemos obtener la victoria a través de Jesucristo nuestro Señor!
La última estrofa muestra que Cristo puede morar en cada uno de nosotros y que podemos disfrutar Su amistad, compañerismo y poder, y que puede hacernos felices al caminar en Sus pasos, luego de habernos purificado, lavando nuestro pecado en la sangre que vertió por cada uno de nosotros:
Sé que Tú me habrás de mostrar,
Lo que ciego, yo no pude ver;
Desde ahora en mí morarás,
Tal cual eres, Señor, quiero ser.
Tu amistad así gozaré,
Tu poder ven hoy a revelar
Y tu dulce rostro veré,
En tus sendas contento al andar.

La Mayora Elizabeth Roby es la Asesora para el Desarrollo de los Recursos Hispanos en el Cuartel Territorial de Nueva York. Bajo el título “Tesoros olvidados” ella ha preparado una serie de artículos, en la que presenta interesante información sobre algunas de las canciones que han definido la obra del Ejército de Salvación”.

Aquellas personas que deseen conocer más de la obra del Ejército de Salvación o bien disfrutar de su música pueden hacerlo concurriendo al templo del Ejército de Salvación ubicado en Av. Rivadavia 3257, Buenos Aires, Argentina, el último domingo de cada mes, a las 10 horas, la entrada es libre y gratuita, ellos lo estarán esperando con la cordialidad y amabilidad que los caracteriza.



Datos y contactos:
Artículo publicado por Buenas Noticias – Volumen 15, número 4, página 3, Sección “Noticias de Inspiración” TESOROS OLVIDADOS.

Web Site:
http://www.armyconnections.org/Recursos/Tesoros/Vol15Num4_DimeComoPuroQuedar.pdf

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