Aunque el problema obvio de los pasos a nivel de los ferrocarriles en Argentina, es la gran demora para el tránsito, también hay otros efectos negativos, véase sino la terrible tragedia del 13 de septiembre en el barrio de Flores.
En 2001 Aníbal Ibarra había informado algunos trabajos relacionados con el soterramiento de la línea de trenes Sarmiento.
En diciembre de 2008, la presidenta Cristina Kirchner anunció también el inicio de las obras para que este ferrocarril circule bajo tierra.
Pero recién en agosto de 2010 la legislatura aprobó la ley para que el Ejecutivo pueda usar US$ 150 millones previstos para la ampliación de la red de subtes, en la construcción de 25 pasos en vías de ferrocarriles en las líneas Mitre, San Martín y Urquiza, reemplazando parte de las 98 barreras que todavía existen en la Ciudad
La línea Sarmiento quedó afuera de ese proyecto porque la idea es convertirlo en un subterráneo de Caballito a Moreno, que empezó a construirse en noviembre de 2010. La traza total del proyecto tiene 32,6 kilómetros y originariamente debería realizarse en 36 meses.
Dado la inconveniencia de todos estos cruces sobre la traza del ferrocarril, los vecinos de Flores se quejan de la dichosa barrera de Nazca y Yerbal, organizando incluso un bocinazo para abrir las calles Terrada y Argerich como alternativa para descongestionar la zona.
Hubo muchas presentaciones de amparo de los vecinos de la zona, por la polución, la devaluación de la propiedad, y aún las inundaciones que cada tanto provoca la lluvia.
Hay vecinos de otros barrios que también se oponen a los paso bajo nivel en la ciudad y en el conurbano haciendo marchas, movidas de prensa y hasta se puede decir que algunas de ellas hasta llegaron a obtener un triunfo suspendido.
Pero no podemos olvidarnos de la picardía de ganarle al tren, la negligencia de peatones y conductores, sumado a la falta de mantenimiento con barreras rotas o la ausencia de ellas.
La tasa de muertes en las vías, tuvo un marcado crecimiento desde mediados de la década del 90 y hoy ya representa cerca del 9% del total de accidentes viales en la ciudad, sin contar los suicidios, que representan más del 70% de las muertes.
A poco de cumplirse 5 años de la Tragedia de Santa Fe (8 de Octubre de 2006) se nota que en materia de tránsito y educación vial, a los argentinos nos falta mucho y hasta ello seguiremos lamentando víctimas.
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