Caminando por la
calle Chaco en la esquina con Ucrania de la ciudad de Lanús, había un chiquito
jugando con una pelota Nº 5, tendría unos 4 o 5 años, estaba en la vereda
pateando y eludiendo jugadores imaginarios, pase muy despacio para no
molestarlo y escuche el relato más emocionante: “lleva la pelota Zavaleta, se
la pasa a Mascherano, Masche se la toca a Messi, Messi, Messi Gool!”.
Llegue a mi casa
con esa imagen y la voz del pequeño resonando en mi mente, en el televisor
estaba la presidenta Cristina Fernández de Kirchner dándole un mensaje a los
jugadores en el predio que la AFA tiene en Ezeiza: "Se gana cuando se
juega en equipo, cuando se pierden las individualidades; han brindado un
ejemplo, han vuelto a generar valores y sentimientos olvidados, lejos del
exitismo".
Esta afirmación
toma más fuerza cuando de la boca de un niño estos generadores de valores
surgen se manifiestan, emulan sus hazañas, pronuncian sus nombres, quieren jugar
al fútbol para ser ellos. Sin darse cuenta el equipo de Messi, Mascherano y
Zavaleta se han transformado en líderes que guiarán a las futuras generaciones
de jugadores argentinos.
Pero en Brasil no
creo que los niños de ese país tomen como ejemplo a David Luiz, que se la paso
llorando en todos los partidos; Hulk que lanzó cuanto remate tuvo a las
tribunas más altas y simuló cuanto penal pudo; Fred que dejó por el piso a los
9 de Brasil como Ronaldo y el Chapulín Romario; Marcelo el primer lateral
brasileño que se la paso corriendo todo el mundial desde atrás a los punteros
de todas las selecciones que enfrento el “Scratch du Oro”.
El semillero
argentino está garantizado para los próximos veinte años, ejemplos como el de
estos jugadores han marcado para siempre
a miles y miles de niños de argentina que quieren parecerse a ellos,
jugar igual que ellos.
No coincide esta
Editorial, con Mario Kempes, quien fue durísimo con Messi y destacó que no fue
el líder que el equipo necesitaba. "Le faltó estar más presente, no estuvo
a la altura del Mundial ", que equivocado esta la gloria del Mundial 1978,
devenida en pseudoperiodista de ESPN "No ve más allá de sus narices" “el
árbol le ha tapado el bosque”. Lo que ha generado Messi y todos los integrantes
de este equipo de jugadores es incalculable, por eso millones de argentinos han
recibido a este seleccionado de jugadores comandados por un técnico humilde.
Desde el exterior
José Mourinho no escatimó palabras para resaltar la actuación del 10.
"Messi se sacrifica por el equipo", aseguró el técnico portugués.
Además resaltó: "Quiere ganar por encima de ser el mejor, el más goleador
y el próximo Balón de oro".
Según el técnico
del Chelsea, Leo ha mostrado una gran entrega para con el equipo argentino,
jugando en zonas que no son las suyas."Messi jugó por su selección, por su
equipo, y no todos los que han estado en esta competición pueden decir lo
mismo", destacó Mourinho con mejor tino que las desafortunadas palabras
del campeón del Mundial 1978.
Al fútbol
argentino con ejemplos como estos no le va a faltar futuro, a partir de hoy
esta más que garantizado en prestigio en dignidad y humildad. No ganaron un Mundial, ganaron un pueblo, una Nación y la admiración del mundo.
Leoveoytecuento
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