Hasta el 30 de junio se puede visitar Comics che passione,
la muestra que reúne la obra de grandes maestros del comic italiano desde los
años '30 hasta nuestros días.
Esta muestra tiene por objeto celebrar y dar a conocer una
escuela que a lo largo de los años se ha convertido en una de las más
reconocidas del mundo en el ámbito de la producción de comics.
Los comics americanos aparecieron por primera vez en Italia
a principios del siglo XX en el “Corriere dei Piccoli” que era un periódico
totalmente nuevo, diseñado para niños, donde los comics americanos se
publicaban sin los “balloons”, es decir sin los “globos” donde se colocaba
originariamente el texto. Los “balloons” fueron sustituidos por epígrafes
rimadas debajo de cada dibujo. La situación quedó así hasta el 14 de octubre de
1934 cuando apareció una nueva revista de historietas titulada “L’Avventuroso”,
publicada en Florencia, que se agotó en toda talia en el arco de pocas horas
exigiendo innumerables reipresiones en una sola semana.
Los quioscos de diarios fueron literalmente asaltados para
leer las historias de estos nuevos héroes americanos: Gordon, el ciudadano del
espacio; el Agente X-9, el detective de la gran metrópolis; el exótico Jim de
la Jungla. Los jóvenes y valientes muchachos de Radio Patrulla, a los que
después se sumará (con el n° 15) Mandrake, el hombre mágico y misterioso, un
par de años después, El Hombre Enmascarado, el paladin de la justicia,
considerado inmortal. Se terminó llamando “giornale a fumetti” (revista con
nubes de humo) justamente porque, al final, esos epígrafes en rima fueron
eliminados y los diálogos traducidos volvieron a su lugar original es decir los
“ballons”.
La muestra, sin embargo, pretende reflejar el desarrollo de
una producción italiana de comics que surgió a partir de la creación de una
revista que se ponía en competencia con la línea americana, abiertamente
dirigida a la juventud “católica”, dado que los comics americanos se
consideraban, por varias razones, inapropiados.
En 1937 apareció en los quiosco “Il Vittorioso” que se
publicó hasta el 1966 y se convirtió en un verdadero laboratorio para todos los
talentos nacionales, entre los cuales se pueden recordar algunos dibujantes
como Franco Caprioli, Athos Cozzi, Kurt (Corrado) Caesar, Antonio Canale,
Benito Jacovitti (aquí todos en muestra) y, entre los guionistas, por sobre
todos el nombre de Gianluigi Bonelli, el futuro creador de Tex.
Aquí se formaron las futuras generaciones de los
historietistas del periodo de posguerra que a lo largo de los años fueron
creando personajes e historias que ya a partir de los años ’50 comenzaron a
exportarse y traducirse en decenas de países extranjeros.
Sin ir más lejos pensemos en el fenómeno editorial de Tex,
el famoso ranger de Texas, ambientado en un Lejano Oeste imaginado, más que
visto (el dibujante, Galleppini, se inspiró en las montañas del Trentino),
creado a fines de los años ‘40 y aún hoy un personaje de gran éxito editorial.
Pensemos en el rey del noir, ese Diabolik cada día más amado
y conocido a más de cincuenta años de su creación (1962), por obra de dos
mujeres: Angela y Luciana Giussani.
Pensemos también en Dylan Dog el detective del inconsciente
y del horror, el más reciente de los personajes que hemos citado, pero ya
objeto de culto no sólo entre los jóvenes.
Pues bien, todos ellos también son fenómenos editoriales en
el extranjero, han sido pubblicados y traducidos en más de treinta países, en
todos los continentes.
La muestra se desarrolla documentando los innumerables
personajes y autores (de Antonio Rubino a Milo Manara, de Hugo Pratt a Guido
Crepax, y de Magnus a Simone Bianchi) que hicieron la historia del cómic
italiano, yendo más allá de las fronteras nacionales.
A esto podemos agregar otra característica típica de la
historieta italiana, la de apropiarse de comics extranjeros (en general
americanos), creando una producción propia, totalmente italiana y de calidad
exportable.
Un ejemplo paradigmático es la producción de la escuela del
Editor Mondadori de Milán, que a partir de mediados de los años ’30 publicaba
el material Disney. Ya hacia finales de los ’50 las historias de Topolino y
Paperino & Co. producidas en Italia se exportaban en todo el mudo y,
paradójicamente, a menudo eran adquiridas por la misma Disney. Durante los años
’60 la producción Disney italiana incluso superó en número de historias a la
estadounidense.
Sin olvidar a los Fratelli Spada de Roma que desde principios
de los años ’60 publicaban los personajes de la King Features Syndicate, como
Flash Gordon, Mandrake, The Phantom, Tim Tyler’s creando una escuela de
excelentes diseñadores de tapas y de dibujantes que fueron los creadores de
muchísimas historias que después se difundieron en Francia y Sudamérica.
En la muestra se presenta también ejemplos de esa “vogue”
típica de la producción Bonelli, es decir de esos personajes que a menudo
reproducían los rasgos de famosos actores de cine. Empezando por el famoso
Dylan Dog, de Tiziano Sclavi con dibujos de Angelo Stano quien se inspiró en el
rostro del actor inglés Rupert Everett mientras que el nombre procede de otro
personaje inglés, el poeta Dylan Thomas. Y también Magico Vento, creado en 1997
por Gianfranco Manfredi (y dibujado por Ortiz, Milazzo y tantos otros), que es
un western mezclado con suspenso y terror, dondee un ex soldado americano tras
un trágico accidente es salvado por un chamán y renace como indio con il rostro
del actor Daniel Day Lewis, tal como aparece en la película El último Mohicano
(1992). Para terminar y siguiendo con el tema cinematográfico, recordamos a la
joven detective de Nueva York, en realidad una “criminóloga”, Julia (Kendall),
con los rasgos de la gran Audrey Hepburn, ideada por Gianfranco Berardi en 1998
y delineada por un equipo de dibujantes.
La muestra se cierra con algunos ejemplos (Bianchi,
Dell’Otto, Castellini, Rossi) que representan a un nutrido grupo de jóvenes
talentos italianos, la última producción en lo que se refiere a la “escuela
italiana del cómic”, cuyos exponentes han alcanzado esa “alta” calidad
profesionalidad que les permite trabajar en la “cueva del lobo”. En otras
palabras hoy en día Italia exporta talentos que trabajan en la Marvel y en la
DC, los dos colosos de de los comic-books americanos, y esto demuestra que ese
largo recorrido comenzado en los años Treinta ahora ha alcanzado su punto más
alto.
Algunos de los personajes presentes: Alan Ford, Il
grande Blek, Capitan Miky, Diabolik, Dylan Dog, Gim Toro, Kit Carson, Kriminal,
Julia, Magico Vento, Martin Mystere, Moby Dick, Nathan Never, Paperino, Pecos
Bill, Ray Fox, Rin-tin-tin, Romano il Legionario, Satanik, Sergente York, Tex,
Topolino, Valentina, Zagor, Zembla, etc.
Algunos de los autores: Magnus, Galleppini, Letteri,
Tarquinio, Gattìa, Stano, Roy D’Ami, Caprioli, Rubino, Caesar, Scarpa, Crepax,
Manara, Pratt, Caria, Bignotti, Corteggi, Gallieno e Germano Ferri, Nicolò,
Battaglia, Brindisi, Cappadonia, Alessandrini, Moroni Celsi, Bianchi, Nizzoli,
Dell’Otto, etc.
Horarios de Comics che passione: de lunes a viernes de 11 a
18 horas; sábados y domingos de 10 a 20 horas; feriados de 12 a 20 horas.
Cierre de la muestra lunes 30 de junio de 2014.
Datos y contactos
Museo del Humor
Avda. de Los Italianos 851, Ciudad de Buenos Aires - Argentina
Comics che passione
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