FLORALIS GENÉRICA, EMBLEMA DE BUENOS AIRES




La ciudad de Buenos Aires, se caracteriza por tener monumentos simbólicos, estos tiene un gran significado convencional, son divisas, insignias que se erigen orgullosas a los cuatro puntos cardinales maravillando a propios y extraños. Llámese obelisco, Cabildo, Catedral, Palacio San Martín, la lista es larga, por no decir interminable…y ahí podemos colocar en este sitio preferencial de símbolos a la “Floralis Genérica” que deslumbra cada día a centenares de personas ávidas de llevarse inmortalizada en sus cámaras fotográficas el recuerdo de ella.
La floralis genérica, es una escultura metálica situada en la “Plaza de las Naciones Unidas”, Avenida Figueroa Alcorta y Austria, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, obsequiada a dicha ciudad por el arquitecto argentino Eduardo Catalano.
De acuerdo a su mentor, el nombre de esta escultura se adoptó porque es ley de la flora nombrar sus especies en latín. Floralis, significa que pertenece a la flora, y en consecuencia a las flores. Genérica, por su parte, deriva del concepto de género e indica que representa a todas las flores. En lo que refiere a su mensaje simbólico, Catalano, afirmó alguna vez que la flor "es una síntesis de todas las flores y es a la vez una esperanza que renace cada día al abrirse".


La escultura se encuentra situada en el centro de un parque de cuatro hectáreas de límites arbolados, rodeada de sendas que se acercan y alejan brindando diferentes perspectivas del monumento y situada por sobre un espejo de agua, que aparte de cumplir su función estética, la protege. Representa una gran flor realizada en acero inoxidable, con esqueleto de aluminio y hormigón armado, que mira en dirección al cielo, extendiendo hacia él sus seis pétalos. Pesa dieciocho toneladas y tiene 23 metros de alto. Durante el día la flor se abre mostrando los pétalos y los estambres. Una de las características de la flor es un sistema eléctrico que abre y cierra automáticamente los pétalos dependiendo de la hora del día. Durante la noche, la flor se cierra emanando de su interior un resplandor rojo para renacer abierta en la mañana del día siguiente. Este mismo mecanismo es el que cierra la flor al presentarse vientos fuertes.
Se abre todas las mañanas a las 8 y se cierra al ocaso, en un horario que cambia según la estación del año. Hay cuatro noches especiales en los que los pétalos quedan abiertos: 25 de mayo, 21 de septiembre, y 24 y 31 de diciembre.
Características Estructura de acero inoxidable con armazón de aluminio y hormigón armado. Dimensiones 23 m de alto. Diámetro del espejo de agua: 44 m. Diámetro flor: 16 o 32 metros, según esté cerrada o abierta.
Ubicada al lado de la Facultad de Derecho nos espera una flor única en su especie, para capturar las imágenes más maravillosas, el reflejo de sus pétalos en el agua limpia, su esencia misma, como la de Buenos Aires.

Datos y Contactos:

Sociedad de Arquitectos
Trekearth
Referencias
Carlos M. Toto, Leticia Maronese y Carlos A. Estevez. Monumento y Obras de Arte en el espacio público de la ciudad de Buenos Aires (2007).
 Colección de cuadernos educativos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. ISBN: 978-987-1358-03-8
Bibliografía

Diego M. Zigiotto (marzo 2008). Las mil y una curiosidades de Buenos Aires. Norma. ISBN 978-987-545-483-5.

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